Y terminamos nuestro repaso a las principales cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de elegir algún servicio para alojar nuestra Web o blog, que ya hemos repasado también en una primera y en una segunda entrada.
Panel de control ¿Qué sentido tendría tener una página web sin que pudiéramos controlarla desde cualquier parte, verdad? El panel de control es lo que nos permite hacerlo. Desde aspectos meramente estéticos hasta algunas opciones técnicas, las cuales podremos controlar desde cualquier ordenador con conexión a Internet.
Resulta clave llegados a este punto tener claro el concepto de dominio, que no es el mismo que el de alojamiento Web; un dominio es un pseudónimo del código numérico que identifica a cualquier máquina conectada a Internet (lo que se conoce técnicamente como dirección IP). Cuando un usuario introduce el dominio (coloquialmente conocido como página Web) en su navegador, ese dominio solicita la página web a la dirección IP. Para que el dominio sepa a qué dirección IP recurrir para obtener esos datos, el dominio y la dirección IP se asocian en una operación denominada Gestión de DNS. Las operaciones con las DNS suelen ser una de las opciones más importantes en el panel de control, ya que vinculan a nuestro domino con el servidor del hosting. Tableros de estadísticas, gestión de diversas funcionalidades, galerías… todo se puede controlar desde el panel de control. Área del cliente Este es el apartado más importante de todos. Es, por decirlo de alguna manera, lo que engloba a todo lo demás. Desde el área del cliente podemos gestionarlo todo, tanto las características propias de la página como las tareas administrativas relacionadas con nuestro proveedor. Además, en el caso de que nos sigan quedando dudas, suelen disponer de un servicio de ayuda técnica para sacarnos del apuro. Aunque por norma general, cualquiera que contrata un servicio de hosting ya suele tener los suficientes conocimientos como para salir airoso de los problemas típicos que puedan surgir. Vía
