Renovarse o morir, esa es la fórmula. La ICANN lo sabe, y parece que ha decidido ponerse manos a la obra. Como buenos especialistas en marketing y dirección de empresas que seguro que son los que tendrán, lo primero es lo primero pedir la opinión del usuario.
Así, todos los que estén registrados en la ICANN es probable que reciban durante estos días un correo electrónico o una llamada de teléfono (si vives en EE.UU.) para poder expresar tus opiniones acerca de la Web. Y por lo visto, no es ninguna tontería tipo qué movil te comprarías en Telefónica… no, no.
Que se tiran sus 20 o 30 minutos largos hablando… toma ya. De todas formas, si queréis también podéis rellenar un cuestionario en lugar de todo eso. Lo tenéis en la segunda vía. No es nada, preguntas sobre diseño, usabilidad y esas cosas. Lo típico. Si eres el que manejas todas las Webs del mundo y tu no tienes una buena… mal vamos. Vía