Parece una tontería, pero muchos no lo saben o simplemente lo dejan pasar. Hablo de indexar una web, un dominio, en Google. Indexar una web es simplemente “pedirle” a Google que, por favor, haga el favor de incluir tu magistral dominio en sus resultados de búsqueda.
Si no se hace esto, Google pasa de largo de tu web… y eso no conviene. Y tranquilos, que no hay que hacer nada mágico para conseguir esto. Basta con ir a Google (a la web, no a sus oficinas…) y entrar en la sección correspondiente para tal efecto, que es la que tenéis en la vía.
De todas formas, esto no asegura 100% tampoco que se incluya en los resultados… de hecho, el propio Google se ocupa de advertirlo. La manera más eficaz para empezar a aparecer en las lisas de Google es enlazar a otras páginas en tu web y conseguir que enlacen a la tuya. Esto, al principio, es complicado lógicamente. Además existen unos cuantos “trucos” que ayudan a subir ranking, aunque la mayoría son algo técnicos; mantener el código HTML de la página lo más limpio posible, intener evitar el contenido Flash… e incluir un dominio de pago. Google mira más a los dominios de pago que a los alojamientos gratuitos. De hecho, de estos últimos pasa olímpicamente. Por eso también es recomendable. Muy recomendable. Vía
