De todos es sabidos que en Australia son más bien estrictos con todo el tema de la censura y tal. Algo así como China, pero sin llegar a bloquear ordenadores para que no puedan entrar en sitios… “peligrosos”… de momento, claro.
Confían en la buena fé de sus conciudadanos y en el respeto de las normas. Y hoy, el Gobierno australiano se ha mostrado receloso a permitir la aprobación de la extensión de dominio .xxx, al contrario que algunas de las empresas de las que se beneficiarían, lógicamente.
Según el Gobierno, ya tienen bastante con la propuesta de incluir la extensión .sex (de la que, por supuesto, también están en contra) como para meterse ahora en otra. Cabe recordar que ambas extensiones, entre muchas otras (tengan o no que ver con el sexo) están pendientes de aprobación para el año que viene por parte de la ICANN. Y tampoco está de más recordar que el sexo, le guste o no a quien sea, mueve millones y millones de dólares durante todo el año en Internet y en lo que no es Internet, y que ello da pie a que se creen puestos de trabajo. Y ya se esfecifica cuando se entra en una Web que cumple con todas las de la Ley que hay contenido adulto explícito. Por si algún miembro del Gobierno australiano le da por pasarse por aquí… Vía
