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Los coches requieren de una gran cantidad de piezas que deben ser cuidadas y reemplazadas para estirar su vida útil. Incluso algunas son vitales para su encendido, cuya principal diferencia entre ellas es el tipo de motor del vehículo y la temperatura que necesitan para su funcionamiento. Estas son las bujías y los calentadores, encargadas de proporcionar la chispa necesaria para arrancar el coche mediante el encendido del combustible.
Es importante distinguir no solo el rol que cumple tanto una bujía como un calentador en el vehículo. Analizaremos la elección de estas piezas automotrices, su reparación y cuál es la forma más eficaz para reemplazarlas y garantizar el buen funcionamiento de un automóvil.
Las bujías de encendido son piezas con un tornillo a rosca que se adjuntan a la parte posterior de un motor de combustión interna. Su función es generar la chispa que enciende la mezcla de aire y combustible en la cámara de combustión, generando la corriente eléctrica necesaria para la ignición, transfiriendo calor al sistema de enfriamiento del coche. Este tipo de bujías son las utilizadas en los coches de gasolina, Normalmente el número de bujías es igual al número de cilindros. Ahí se crea un pequeño flash en el compartimiento del motor para poner los cilindros en movimiento. Poseen un núcleo central de cobre rodeado por una aleación de níquel, platino o iridio que se puede ver en la punta de la bujía. Su electrodo central está recubierto de porcelana, ayudando a transferir el calor del motor al sistema de enfriamiento.
Las bujías deben limpiarse de vez en cuando para evitar un desgaste elevado. Por lo tanto, deben ser cambiadas cada cierto kilometraje. Se debe tomar en cuenta las especificaciones del fabricante consultando el manual de servicio del vehículo y los códigos de la bujía recomendada. Este indica el tiempo de reemplazo, de tal manera que no afecte el desempeño y funcionalidad del vehículo.
Los motores que funcionan con gasoil requieren de bujías incandescentes, también conocidos como calentadores. Se trata de piezas metálicas que se ponen al rojo vivo al accionar el contacto del vehículo y con ello ayudan a calentar el aire además de la propia cámara de combustión del motor. Tiene una bobina térmica que calienta la cámara de combustión. Se usan para que el coche diésel pueda funcionar como un dispositivo de arranque en frío. Los calentadores se encargan de dirigir el calor hacia los cilindros y facilitar que la temperatura suba y se produzca la mezcla entre el aire y el combustible.
Los calentadores diésel no suelen limpiarse y su buen funcionamiento es vital para el encendido del vehículo gracias a la función que desarrollan en la combustión cuando el motor está frío. La vida útil dependerá de la calidad del carburante, del aceite del motor y los cambios preconizados por el fabricante.
La mayoría de los fabricantes recomiendan sustituir las bujías cada 50.000 kilómetros. Sin embargo, la longevidad de la bujía depende del estado y del tipo. Una separación correcta de la cabeza de una bujía, y el ajuste del espacio entre los electrodos, es necesario a veces para que el motor funcione correctamente.
Existen indicios más claros para determinar que las bujías no están funcionando correctamente. Si aparece un ruido inusual debido a la fuerza de los pistones y una de las bujías se enciende en el momento equivocado, esto podría provocar traqueteos constantes. También puede provocar fallas de encendido y un rendimiento errático, incluida la posibilidad de que el conjunto se quede sin energía mientras estás circulando. Otro indicador es que si la chispa que genera esta pequeña bujía no funciona al 100 %, el rendimiento del coche será un tanto deficiente junto a un mayor consumo de combustible.
Las bujías normalmente están a la vista o están debajo del protector de plástico que cubre el motor. Desconectar el cableado y luego extraer la bujía y la bobina de encendido. Engrasa las bujías nuevas y comienza a enroscarlas a mano con mucho cuidado y ejerciendo poca presión. Luego coloca la bobina de encendido y conecta el cableado con cada bujía a reemplazar.
La presencia de unas bujías de incandescencia defectuosas durante un período de tiempo prolongado puede generar que el catalizador, el filtro de partículas de hollín y la válvula EGR, se obstruyan y finalmente deban cambiarse. Además, aumenta el consumo de combustible y, por tanto, la contaminación ambiental.
Por lo tanto, la sustitución oportuna de las bujías de incandescencia es siempre recomendable y también más rentable. Las averías en las bujías de precalentamiento se producen con la formación de depósitos de hollín y de carbono sobre los electrodos, impidiendo que la chispa se forme por problemas en los segmentos, guías de válvulas en mal estado o un turbo en malas condiciones.
Con una llave dinamométrica y grasa para aflojar las bujías incandescentes. Hay que cambiar todas las bujías de precalentamiento, aunque solo sea una la que no funcione correctamente. Suelen estar alineadas en uno de los laterales del motor. Hay que calentar el motor previamente hasta alcanzar la temperatura de servicio. Después se debe quitar una canalización de gasóleo o una tubería de admisión. También habrá que desconectar el cable de alimentación de las bujías.
Los calentadores tienen un simple enchufe de un polo que se puede desconectar fácilmente con el bloque del motor como el polo negativo o tierra. El escariador debe estar definitivamente cubierto de grasa para que los residuos no caigan en el motor.
Para instalar las bujías de precalentamiento se recomienda apretarlas con la mano y luego con la dinamométrica con el par ajustado a las especificaciones del fabricante. Se colocan nuevamente los tapones, los conectores y la tapa del motor.
Fuentes de información:
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