Esta semana se cumplen quince años de la salida al mercado el A8 ASF, el primer modelo de Audi con “marco espacial de Audi” (ASF son sus siglas en inglés), en referencia a lo ligero de la construcción de los coches con aluminio.
La llegada de esta nueva técnica revolucionó la historia de la marca. Para llevar a cabo el proyecto tuvieron que construir un enorme centro de diseño y desarrollo en la ciudad alemana de Neckarsulm, que desde entonces ha aportado los mayores avances logrados por la marca.Había que investigar cómo trabajar con aluminio, que por entonces era un material de alta tecnología empleado en la industria aeroespacial.
Para su manejo y moldeo es necesario alcanzar temperaturas superiores a los 600ºC. Más abajo podéis ver una foto de cómo se malea el aluminio con un robot con soplete de plasma. PUBLICIDADPUBLICIDADDe hecho, han pasado quince años pero Audi sigue siendo el único fabricante de gran producción que utiliza intensivamente el aluminio. Este material ofrece, además de una gran firmeza y ligereza, una extraordinaria resistencia a la corrosión.Esta tecnología ha llevado a Audi a lograr de importantes galardones, como el ‘Euro Car Body Award’ en 2003 por la carrocería del A8, y en 2006 por el TT. Ésa fue la primera aplicación del principio ASF de forma híbrida: la carrocería pesa únicamente 206 kilogramos, de los cuales 140 corresponden a componentes de aluminio y 66 de acero, cuando una carrocería equivalente construida completamente en acero sería unos 100 kilogramos más pesada. Esto supone un ahorro de carburante de unos 0.35 l/100 km.Inicialmente, la idea de utilizar la fabricación ligera en aluminio en un automóvil de producción de gran escala, causó escepticismo: no era factible simplemente sustituir un material por otro en el proceso de fabricación. Pero el equipo de especialistas en materiales de Audi encontró la solución. “Un 30 por ciento menos de piezas significa un 30 por ciento menos de logística y un 30 por ciento menos de uniones. Desarrollamos un nuevo proceso de producción y encontramos nuevos caminos para optimizar nuestro diseño”, Heinrich Timm, director del Centro Técnico de de Neckarsulm.Tras el A8, el siguiente modelo de Audi en utilizar la tecnología ASF llegó en 1999: el A2. Se fabricaron más de 176.000 unidades en Neckarsulm. Más recientemente, en 2008, también se ha pasado a la fabricación de la carrocería del Q5, realizada en aluminio acero de ultra alta resistencia. En la actualidad se ensamblan más de 110 unidades al día del A8. En parte debido a que el número de componentes de la carrocería se ha reducido un 25 por ciento, gracias a la utilización de elementos de fundición más complejos. También se ha construido allí 8.785 unidades de Lamborghini.Vía
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