La semana pasada, el semanario alemán Der Spiegel reveló que Daimler está buscando la colaboración de Renault para desarrollar un nuevo vehículo urbano de cuatro plazas bajo la marca Smart. Tras registrar unas pérdidas de 5.000 millones de euros, el grupo decidió poner fin a la producción de Smart Roadster y del ForFour hace dos años.
Pero ¿qué ha pasado para que una empresa tan potente como la liderada por Mercedes busque apoyo en un fabricante francés? En Alemania se ven a sí mismos como la meca del automóvil y tienen un muy bajo concepto de cualquier coche que no se produzca en su país, y mucho menos en Francia.
Lo que les sucede es que no saben qué hacer con Smart. Ni nunca lo han sabido. El Fortwo es un producto magnífico pero muy mal orientado desde el día que salió, a un precio que siempre ha superado las posibilidades de su verdadero público objetivo. ¿Quién puede gastarse casi 9.000 euros en un coche de dos plazas sin maletero? Ahora, que tras 10 años en el mercado y gracias a las ayudas ha bajado su precio, ya hay otros modelos disponibles que ofrecen características similares.PUBLICIDADPUBLICIDADLa idea sería mezclar el Forfour con la tecnología de RenaultEl presidente del grupo, Dieter Zetsche invirtió todos sus esfuerzos en lanzar la alianza Daimler-Chrysler en EEUU durante años. Mientras, la marca Smart no conseguía ni cuota de mercado ni establecía una red de ventas en ese país, donde hay muchas más ciudades de más de un millón de habitantes con un alto poder adquisitivo, tres coches por núcleo familiar y un transporte público tercermundista.Allí estaba su mercado pero, como les pasó en Europa, nunca supieron verlo porque los directivos de Daimler siempre plantearon vieron la marca Smart como un coche de capricho, como lo fue Roadster. Renault, por su parte, dispone en su haber de una tecnología eléctrica más desarrollada pero, sobre todo, del pragmatismo y la visión de su presidente, Carlos Goshn.Ambos le vendrían muy bien al señor Zetsche, que dispone del vehículo que produce menos emisiones de CO2 por pasajero de todos cuantos tienen un motor de combustión interna y lleva 10 años insistiendo en vender Smart como una marca de lujo y no ecológica. De todas manera, dudo que el acuerdo llegue a materializarse. Aunque me gustaría a una Kangoo con carrocería de Twingo y el anagrama de una marca de Mercedes. Esa sería muy buena, ¿no?Vía