La compra pendiente por parte de Magna del fabricante de la marca Opel de General Motors, dará a la empresa canadiense la entrada en la industria de la fabricación de automóviles OEM pero a la vez puede costarle otros contratos con marcas más susceptibles como le está ocurriendo a Porsche.Según Autoweek, Porsche está amenazando con la rescisión de su contrato con Magna para producir la próxima generación del Boxster y el Cayman, si el proveedor canadiense logra con éxito la compra de la marca Opel de General Motors.
Magna actualmente fabrica los modelos Boxster y Cayman de Porsche, pero esa relación podría terminar en 2013 con el lanzamiento de las nuevas versiones de ambos vehículos.Magna, construye automóviles por contrato pero sin recursos para levantar una nueva planta o sin la capacidad de producción necesaria además de asesorar y fabricar componentes para otros modelos.
Porsche teme que use esos recursos en beneficio propio. Y esto añadido a otros factores como la rápida subida del grupo y con Sberbank que participa en la compra, el temor es comprensible. En este caso las responsabilidades de la producción de dicho modelo pasarían a Karmann – un socio de Volkswagen desde hace tiempo. Antes se realizaba el ensamblaje en Finlandia gracias a un acuerdo con Valmet. La noticia parece positiva para esta empresa pues un contrato como el de Boxster/Cayman tiene un gran valor en el mercado y confiere un rango positivo a la figura que lo fabrica.El cambio de potencial de producción está destinado a garantizar los planes de Porsche para una subida de rango, que se producirá en breve. Con Magna dispuesto a convertirse en un fabricante de automóviles, otro competidor en el mercado, Porsche planifica soluciones porque su actual conflicto con Magna podría dar el resultado de perder un colaborador que puede poner en peligro su cartera de productos. Logotipos y modelos.Vía
