El cierre de la adquisición por parte de la empresa canadiense Magna del 55% del fabricante alemán del grupo GM Opel entra en su última fase. Si es que consigue cerrarse porque, ahora que han terminado las elecciones de Alemania, comienzan a sonar algunas voces discordantes con el acuerdo.
A la cabeza está la del ministro español de Industria, Miguel Sebastián, quien ya mostró decididamente disconforme con el planteamiento que del acuerdo le hizo el secretario alemán de Industria el 14 de septiembre en una reunión informativa. Ya os acordaréis de aquel: “Nos han pedido la factura antes de enseñarnos el menú”, de Sebastián.
Al Ministerio español le apoyan el Reino Unido, Bélgica y de otros países con plantas de Opel. El señor ministro se muestra también un tanto cándido al querer suponer si ha habido ayudas cuando se ha publicado que el Gobierno de Angela Merkel había pactado 4.500 millones de euros y, creo recordar, 4.000 despidos en su país de los 10.500 totales en Europa. No estoy a favor de las ayudas concedidas así pero, en este caso, el dinero público salvará la compañía y no parece una decisión tan insolidaria con el resto de países europeos. El problema es que en España empezarían despidiendo a más de 1.000 de los 7.000 trabajadores de Figueruelas. La planta ya se las está viendo y deseando con la plantilla a cuenta de los “necesarios” despidos temporales. Y además de todo esto, hay que tener en cuenta el resultado de las elecciones en Alemania, con el 14,6% de los comicios obtenidos va a tener que pactar con el FDP, partido liberal, de Guido Westerwell. Este grupo se ha mostrado muy escéptico ante los mensajes del Gobierno Federal sobre el pacto con Magna por Opel.El miembro del FDP, Dirk Pfeill, que se sienta en la junta de vigilancia de Opel, ha rechazado firmarlo sin ir más lejos. Mientras, unos y otros –el ministro de Industria español el primero de ellos, que el plan presentado por Magna no era ni el más idóneo de cara al empleo ni el más viable técnicamente. Así que, o se cierra pronto el acuerdo o vamos a tener lío. Vía
