Según varias fuentes dentro del gobierno alemán citadas por Automotive News, GM podría estar a punto de firmar la venta del 55% de Opel a Magna. Durante algunos meses ésta ha parecido la mejor opción pero recientemente ha habido una ofensiva del gobierno español, polaco y del Reino Unido en contra de la que, consideran, menos ventajosa de las ofertas que en su día hubo por la empresa.
Además, está la sospecha de que el gobierno alemán haya pactado con Magna un acuerdo por el que prevalecería mantener el empleo en las plantas de su territorio en detrimento de las del resto de países europeos. Recientemente, la empresa ofreció a la fábrica que tiene en Figueruelas un recorte en el número de despidos, que no satisfizo ni a la plantilla ni a los sindicatos.
Pues bien, el presidente de GM, Fritz Henderson ha dicho este martes que el acuerdo podría cerrarse esta semana. Magna, que ya ha exigido, o pactado con el gobierno de Merkel según algunos, una inyección económica de 4.500 millones promete por su parte aportar otros 5000 millones para actualizar algunas plantas. Y ahí es donde me cuadran menos las cuentas.La idea de esta empresa Canadiense apoyada en el banco ruso de comercio Sberbank es convertir Opel en un fabricante de coches más baratos para hacerse con los mercados emergentes. Evidentemente, tanto sindicatos como plantilla alemana están a favor del acuerdo. Tampoco es para echárselo en cara, Opel es una antigua empresa alemana con base en Russelsheim. Eso sí, lleva de la mano de GM, que conservará el desde hace más de 70 años. çVía
