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Anuncios de TV: Música clásica y coches

A menudo, en los anuncios de vehículos, nos encontramos varias facetas que nos llaman la atención, bien pensadas para lanzarlos y que nos impulsan a comprar. La fotografía, los colores, la organización del anuncio, el guión, la luz, el ambiente, la música, los actores y actrices.

Todo está planificado bajo un marketing cuidadoso de las empresas de publicidad que hacen muchas encuestas para saber qué quieren los clientes, futuros clientes.Ninguno de nosotros escapamos a este lazo que caza nuestra vista, nuestros oídos. El coche mismo, sus líneas, su diseño, también tiene ese enganche.

Pero para terminar de convencernos de que tenemos que comprar ese coche hay dos tipos de publicidad que se encarga de “obligarnos”, la directa y la subliminal.En la publicidad directa se cuida mucho la forma. Si el coche es pequeño y/o familiar, si es un coche para jóvenes, salen anuncios en color, diversión, gente joven, en las palabras se cuentan chistes, se tiene un guión rompedor, las fotos están menos cuidadas para acercarnos a la realidad. Las modelos y los modelos son guapos sobre todo en los coches para más jóvenes. Será un coche asequible para cualquier bolsillo o un coche para diario, para gastar a menudo. PUBLICIDADPUBLICIDADPero luego están los otros anuncios. Los coches grandes, lujosos. Con imágenes impactantes, sobre todo en blanco y negro y gris o en las tonalidades de un mismo color, sea sepia, rojo, azul o verde. Los espacios exteriores están muy cuidados, así como la ropa y peinados de los modelos. Hasta los chistes son sonreídos con cierta piedad. Aparecen casas grandes, fuera del alcance económico de lo normal y la música, es clásica. También en los otros anuncios, pero en estos se busca la pureza.En los anuncios de coches para usos más cotidianos, si se usa música clásica, suele ser de zarzuelas, de conjuntos o alegres, dicharacheras, bien conocidas por el público en general. Se ambienta, igualmente, con música popular, música ligera o las piezas que mas cuadren según la época.Para los grandes coches, es música muy selecta. Se introducen las arias de las grandes óperas, preludios. Nocturnos, adagios y lo que me llama más la atención, si introducen música popular o moderna, las entradas de algunas canciones heavy o sus baladas que no dejan de desmerecer. De este modo se selecciona también a un público exigente y con enormes recursos económicos.La publicidad subliminal es aquella que, estando presente en el anuncio, no podemos centrarla porque aparece un momento y desaparece repentinamente. Una frase pintada en la pared, una sombra de alguna dama sobre un coche, una imagen de impacto, cualquier cosa que pueda ayudar a convencer al cliente de que compre el coche porque le dará aquello que necesita. Lo justito para ser captada por nuestro cerebro pero no por nuestra parte inconsciente.Foto

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