El jueves pasado, Renault anunció que el ZOE Z.E. sería construido en su planta de Flins, cerca de París. Al día siguiente ya se pusieron a trabajar y publicaron una nota de prensa sobre la firma de un pacto con la Agencia Francesa de la Energía Atómica (CEA) y el Fondo Francés de Investigación Estratégica (FSI).
El acuerdo sienta las bases para la formación de una empresa conjunta que se dedicará a investigar y fabricar baterías para coches eléctricos. Hay que recordar que tal acuerdo entre instituciones públicas y Renault–Nissan es posible dado que el Estado francés es el principal accionista de la marca Renault con más del 30% de las participaciones.
Renault, Nissan y CEA contribuirán con expertos técnicos y la infraestructura de apoyo, además de aportar fondos. El FSI se estableció para orientar la inversión estatal de Francia hacia sectores que en un futuro serán muy competitivos o estratégicos. Hay pocos que lo sean más que éste, que va a recibir un aporte de 125 millones de euros por parte del Gobierno de Sarkosy.El Banco Europeo de Inversión también va a echar una mano con un préstamo a bajo interés de 140 millones de euros. Esta joint venture centrará su trabajo en la investigación avanzada de estos dispositivos y en los procesos para su fabricación y reciclado. La idea es poder fabricar 100.000 baterías en 2012 con el objetivo claro de suministrar a la planta de Flins y, quizá, a la de Valladolid. ¿Será ese su objetivo de producción de eléctricos?Parece que no, pues también quieren vender parte de la producción a otros fabricantes. La inversión inicial de este proyecto asciende a 600 millones de euros. Y yo me pregunto: ¿cuándo tomará el gobierno de España una iniciativa semejante?