Históricamente, tener un Mini ha sido asociado a una forma de ser, ciertamente conducir un coche tan pequeño y particular requiere de cierto desenfado. Con los años, el Mini se ha convertido en un objeto preciado, sus múltiples ediciones, éxitos en los rallies y otros eventos han realzado su perfil.En pleno siglo XXI, tener un Mini es ya un estilo de vida, individualidad y cierta espontaneidad, sus dueños suelen ser personas flexibles y que se toman la vida desde un punto de vista más relajado, en general, Mini es una actitud, algunos la tienen otros no.
Os dejo con el anuncio más reciente donde se muestra esto que os digo.Edición limitada MINI Cooper S ArdenPUBLICIDADPUBLICIDAD