Cada semana se producen nuevos y espectaculares avances en la nanociencia. Hace unas semanas os presentábamos uno alcanzado por Honda. Su primer gran logro en este campo es un compuesto creado a base de nanotubos de carbono que es capaz de conducir la electricidad de manera tan eficiente como el cobre, transmite tan bien el calor como el diamante y es más ligero que el algodón.Este descubrimiento se ha realizado en el Instituto de Investigación de Honda en EEUU junto con la Universidad de Louisville.
Los nanotubos, arriba podéis ver algunas ilustraciones de ellos, son la partícula elemental de esta nueva tecnología. Miles de veces más finos que un cabello humano, tienen el potencial de transportar la electricidad más rápido y a mayores distancias con una pérdida mínima de energía.
Este avance que se ha publicado en la revista Science podría tener cientos de aplicaciones. Las más evidentes son la miniaturización d e todo tipo de dispositivos como ordenadores, electrodos de superconductores, baterías para coches híbridos, paneles solares y materiales compuestos para pilas de hidrógeno y automóviles. Los nanotubos de carbono se generan sobre la superficie de nanopartículas metálicas, así se logra que adquieran la distribución espacial deseada. En este caso, de panal de abejas, que es la más eficiente y la que más incrementa su resistencia. Así, el compuesto obtenido, a pesar de estar hecho de carbono, presenta las características de un metal.De hecho, este material resulta más resistente que el acero, como os apuntaba antes, comparte la conductividad del cobre y es extraordinariamente ligero. Respecto a la primera característica, la de la conductividad, el nuevo compuesto transporta hasta un 91% de la carga que se le aplica mientras los que hasta ahora se habían desarrollado sólo lograban trasmitir entre un 25 y un 50%.Ahora acaba de presentarse otra novedad respecto a este mismo compuesto. Al parecer unos nanotubos son el compuesto conocido que más luz absorbe, tienen una refractancia del 0.045%, es decir, el nuevo absorben más del 99′9% de la luz que recibe. Esto significa que con ellos podría llegar a construirse un techo de vehículo que al mismo tiempo sirviese de célula fotovoltaica. Las actuales apenas dan para alimentar algunas funciones del coche pero con una hecha de nanotubos quizá podría llegarse a alimentar un motor eléctrico. Eso sí, el día tendría que ser soleado.
