Un claro ejemplo que que el alcohol y el volante no se llevan nada bien, lo que veis son imágenes de un violento accidente ocurrido en Huntington Beach, California, específicamente en los Humedales de Boisa Chica, cuando el conductor de un Corvette ZR1 que iba ebrio a más de 230km/h se salió de su carril e impactó por detrás a otro conductor que viajaba en un Infiniti G35.Ambos coches terminaron sumergidos en el pantano adyacente a la carretera pero por suerte ninguno de sus conductores resultó gravemente herido, de hecho pudieron salir caminando.
Pero el conductor y dueño del Chevrolet Corvette ZR1, de 52 años de edad, no pudo escapar de la justicia, se le acusó por conducción en estado de ebriedad y además se quedó sin coche.Este post queda como una anécdota de cómo dos coches costosos terminaron completamente destrozados, pero que además sirva de ejemplo de que puede ser mucho peor -e incluso mortal- si se conduce bajo los efectos del alcohol o cualquier otra sustancia.
Lástima que hayan conductores que no les interesa esto. El conductor designado es una gran idea, por el bien de ustedes, sus acompañantes y de sus coches, si bebéis no conduzcáis.PUBLICIDADPUBLICIDADUn Corvette ZR1 y un Infiniti G35 destrozadosVía