Hasta ahora, para comprobar la seguridad que ofrecía un vehículo a sus pasajeros, se vienen realizando crash test aunque en los protocolos de éstos no se podía incluir la situación de frenada del vehículo.
Gracias a la electrónica, BMW ha desarrollado una nueva prueba en la que puede probar también cómo interactúa el sistema de frenos en uno de estos percances.
Los vehículos que han estrenado esta nueva tecnología son el nuevo Serie 7 y el nuevo Serie 5.
Recientemente, el nuevo Serie 5 se sometió a unas pruebas de impacto que incluían el uso de todos los sistemas de seguridad pasiva del vehículo.
Desde los pretensores de los cinturones de seguridad hasta el freno de emergencia estaban activos.
El estreno se realizó en la planta del DEKRA, Deutscher Kraftfahrzeug-Überwachungs-Verein, en Neumünster cerca de Hamburgo.
Casi todo conductor conoce de primera mano el escenario de un alcance.
A veces una pérdida de atención, otras un deslumbramiento o la baja visibilidad y siempre el exceso de velocidad y no respetar la distancia de seguridad son las causas.
De repente aparece un coche y el conductor percibe de inmediato que la colisión es inminente, acciona los frenos y, si lo tiene, el pretensor de cinturón lo atrae hacia el asiento.
Los alcances son los causantes aproximadamente del 40% de los heridos en accidente de tráfico.
Las dos nuevas berlinas alemanas han sido las primeras en atraer hacia la gama media el Active Cruise Control.
Este sistema lleva una alamara de colisión posterior con funcionalidad de freno que activa la alarma según dos escenarios.
Por ejemplo el vehículo con el que se va a colisionar está delante, en el Head-Up Display aparece un coche en rojo parpadenando al mismo tiempo que el sistema de frenos se pre-activa para resultar mucho más directo y aplicar más fuerza.
Si quieres leer más sobre seguridad, entra aquí.
El Congreso aprueba hoy la nueva ley de tráfico, por la que no se podrá sobrepasar los 20 km/h para adelantar, ni tener un detector de radares.
La DGT podría permitir a los jóvenes de 16 años conducir con un nuevo carnet. La propuesta ya funciona en países como Portugal, Italia y Francia.