Ayer os mostré las primeras imágenes e información sobre el nuevo centro de experimentación energética EVZ de BMW.
Aunque una de las razones principales por las que se han reformado estas instalaciones es el gigantesco ahorro de costes que va a representar para la marca en desplazamientos a lugares remotos, las nuevas tecnologías de las que se sirve también van a permitir someter a los vehículos y prototipos a pruebas punteras allí.
En total, en el EVZ se abordan cinco temas de desarrollo y aseguramiento generales que se complementan entre sí.
Éstos son la gestión energética y del calor, la fiabilidad térmica, la respuesta a bajas temperaturas, el aseguramiento del servicio y el funcionamiento en condiciones ambientales, y el desarrollo y el aseguramiento del funcionamiento del sistema de calefacción y climatización.
El EVZ dispone de cinco bancos de pruebas.
Por una parte, el EVZ está formado por tres túneles de viento con equipamiento específico: el “túnel de viento térmico”, el “túnel de viento climático” y el “túnel de viento ambiental”.
Estos tres bancos de pruebas sirven principalmente para el aseguramiento de elementos y sistemas en condiciones extremas como calor, frío, lluvia y nieve.
Estos tres túneles de viento están concebidos de forma idéntica en cuanto a tamaño y geometría.
Centro EVZ de BMWSi lo que se quiere es por ejemplo simular una frenada de emergencia en una autopista a 100 km/h, los rodillos del EVZ pueden registrar un tiempo de respuesta de tan solo 50 milisegundos, lo que equivale aproximadamente a la mitad de un pestañeo.
Y todo ello con una precisión increíble: la sincronización angular entre los cuatro rodillos se consigue con un desfase máximo de tan solo +/-0,05 km/h.
Las grandes transmisiones por rodillos pueden desarrollar en poco tiempo una potencia máxima de hasta 1,4 MW.
En el túnel térmico que se ha diseñado sobre todo para realizar ensayos relativos a la potencia de refrigeración y a la fiabilidad térmica, el rango de temperatura realizable va de 20°C a 45°C.
El ventilador genera viento a una velocidad de hasta 280 km/h para simular también la conducción a máxima potencia.
Además, es el único banco de ensayos que dispone de un foso central con suelo de cristal sobre el que se puede pisar y que permite realizar análisis termográficos del subsuelo.
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