La consultora de EEUU, Roland Berger, acaba de presentar un estudio acerca del mercado mundial de baterías de ión litio que aporta muchos datos nuevos sobre el sector y una preocupante conclusión.
Según sus datos, este sector experimentará en pocos años un proceso de consolidación que tendrá como resultado la supervivencia de entre 6 y 8 empresas de ámbito global en un plazo de entre 5 y 7 años.
El trabajo confirma, eso sí, las actuales expectativas a medio plazo.
El incremento de vehículos eléctricos híbridos (VEH), vehículos eléctricos plug-in (PHEV) y vehículos eléctricos (VE) se especula que está ligado a una enorme reducción del coste de las baterías, durante los próximos 10 años.
También se esperan avances tecnológicos, gracias a las inversiones en I+D: mejoras en el diseño para eliminar componentes e incrementar la densidad de la energía, mejoras químicas, etc.
Igualmente se están realizando grandes inversiones en infraestructuras de producción eficientes y con la tecnología más avanzada.
La industria de este sector, estima que son necesarios unos 350 millones de euros para una planta que produzca 100.
000 unidades.
Según todos los datos disponibles, se estima que en 2015, habrá en todo el mundo 1,2 millones de vehículos eléctricos y de plug-in hybrids en el conjunto de los principales mercados.
Así, por entonces la demanda de baterías sería de unas 820.
000 unidades.
Esta demanda continuará aumentando hasta 2020, pero no llegará a alcanzar los 3 millones de unidades equivalentes hasta 2018.
Dadas las grandes inversiones que están realizando los 20 fabricantes más importantes de baterías Li-Ion, que se cifran en 8.
500 millones de euros, la capacidad instalada alcanzará, en 2015, el 200% de la demanda prevista.
Éste exceso de capacidad será especialmente notable en Japón y Estados Unidos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que existen otros planes de inversión que no se han hecho públicos todavía y que contribuirán a aumentar el exceso de capacidad.
Según Roland Berger, lo mismo sucede las subvenciones estatales en los diferentes países, que también fomentan las inversiones en capacidad adicional.
De ello son un ejemplo los préstamos concedidos bajo los auspicios del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) que ascienden a 2.
600 millones de dólares, o los 125 millones de euros asignados a la alianza Renault-Nissan-NEC para la producción de baterías en la planta de Flins, en las afueras de París.
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