La negativa por parte de la Canciller alemana, Angela Merkel, la semana pasada a continuar con su programa de ayudas a Opel cayó como un jarro de agua fría tanto en Rüsselsheim como en Detroit.
El verano pasado, el apoyo del estado alemán fue decisivo a la hora de rechazar la venta de la marca y ahora las ayudas prometidas para relanzarla no llegarán al completo.
Todo hacía pensar que esta semana habría algún tipo de reacción por parte de Opel y así ha sido pero no precisamente el esperado.
General Motors y Opel/Vauxhall han decidido retirar todas las solicitudes de garantías de préstamos gubernamentales en toda Europa.
Según la marca, las necesidades de liquidez siguen existiendo, pero el proceso ha demostrado ser mucho más complejo y más largo de lo previsto inicialmente y los resultados aún no han finalizado o no están asegurados.
En estas circunstancias, y dada la necesidad de avanzar rápidamente en el plan, se ha decidido financiar las necesidades internamente.
Esto quiere decir que el gobierno español podrá ahorrarse la partida que le tenía destinada y que anunció apenas hace unas semanas.
Tras este anuncio, Opel/Vauxhall podrá concentrarse completamente en la implementación de su plan de crecimiento, en particular las inversiones de 11.
000 millones de Euros en futuros productos que fue anunciada el pasado mes de febrero.
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