Su entrada por la puerta grande –con el inminente Audi A1- al segmento de los compactos de lujo le ha costado de momento a la marca de Ingolstadt 300 millones de euros, por lo menos.
Digo por lo menos porque ese ha sido el coste de adaptar la planta de Forest, cerca de Bruselas.
La firma compró esa fábrica a VW en 2007 y gran parte de ese dinero se ha dedicado al nuevo centro de construcción de carrocerías.
El compacto urbano Audi ha supuesto una garantía de empleo a largo plazo en Bruselas, aunque la fabricación de este modelo se realice mayoritariamente por parte de unos robot de color naranja.
Estas máquinas entran estos días en los ensayos de los últimos detalles de su programación.
Cuando la coreografía sea perfecta se fabricarán aquí diariamente las carrocerías de más de 500 unidades del nuevo Audi A1.
En la construcción de la carrocería participan 368 nuevos robots dotados de la más moderna tecnología, que se hacen cargo de la mayor parte del ensamblaje de las chapas.
La calidad de los puntos de soldadura se comprueba por ultrasonido en tres estaciones, prestando especial atención a las zonas donde se montan aceros de máxima resistencia de conformación en caliente.
Aparte de las 200 garras de manipulación y geométricas se emplean también 71 robots de medición.
Con el A1, Audi ha reducido la duración del ciclo utilizado para el A3 Sportback que se fabricaba anteriormente mediante una frecuencia más rápida de 98.
Zonas de almacenamiento más pequeñas así como márgenes de tiempo, bucles de regulación y recorridos más cortos; esas son las condiciones básicas para este ajustado sistema de producción de Audi orientado al futuro.
Un suelo de madera antideslizante y un nutrido número de soluciones ergonómicas e inteligentes son el testimonio de una nueva era.
“Se limitan a susurrar una suave melodía al tiempo que pían.
No tiene comparación con los ruidosos silbidos y golpes de los robots antiguos.
Los nuevos son además más rápidos, y consumen una cantidad de energía mucho menor.
Para poder fabricar calidad, el entorno también tiene que estar absolutamente orientado a la calidad”, Peter Vloeberghs, director del nuevo centro de fabricación de la carrocería del A1.
Traducción libre.
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