En este primer año en el DTM en el que el piloto español ya ha conseguido un punto para Audi, una de las citas marcadas en rojo en su calendario a buen seguro es la de este fin de semana.
Al fin y al cabo, en el Campeonato Alemán de Turismos había hasta ahora una única carrera en un trazado urbano.
Sin embargo, con sus escasos 2,300 km.
este año Norisring no será el único trazado urbano tras la confirmación de la carrera de Shangai, que pondrá fin a la edición 2010 del DTM.
Una de las grandes incógnitas de esta carrera será el rendimiento de los coches 2009, ya que el año pasado los 2008 se impusieron: Jamie Green ganó con Mercedes y Katherine Legge logró con su Audi la vuelta rápida, ambos con coches de un año antes.
Los 25 kg.
de diferencia resultaron cruciales entonces, y pueden volver a serlo ahora.
El gran reto de Audi es romper la racha de siete victorias consecutivas de su rival, especialmente porque Nurenberg, sede de Audi Motorsport, muy cerca de Ingolstadt.
Miguel Molina afronta esta carrera sabiendo que es uno de los mayores retos del calendario, no sólo por su desconocimiento del trazado, sino por las especiales características del mismo.
Sin embargo Miguel sabe ver las cosas con sentido positivo, y así espera que las pruebas llevadas a cabo en el aeródromo de Cochstedt en una simulación del circuito hecha a base de conos para recrear las dificultades del trazado, le hayan servido de ayuda para afrontar la cita de este próximo fin de semana.
“Al ser tan corto, las diferencias son mínimas.
Mattias Ekström me dijo que estuviera tranquilo ya que en su primera participación se clasificó el último en todas las sesiones de entrenamientos.
Y es que allí estar a una décima del mejor tiempo muchas veces equivale a estar el último o el penúltimo.
Espero una carrera difícil porque tengo poca experiencia en circuitos urbanos, sólo he corrido en Mónaco últimamente.
Sin embargo, estoy ansioso por ir y me he preparado al máximo para esta cita”, Miguel Molina, Piloto del equipo Audi DTM.
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