Una vuelta de tuerca más en todo lo sucedido con las llamadas a revisión de la firma asiática Toyota. En concreto de la llamada a revisión de los Lexus debido a un problema técnico en el motor causado por un defecto en el muelle de válvula, un componente crucial del motor del vehículo, y cuyo fallo puede provocar que el propulsor se cale mientras el coche está en movimiento.
Pues bien, ahora, aparece la noticia de que Toyota ya conocía el problema con anterioridad, dos años atrás, en el año 2008, cuando incluso llegó a cambiar la válvula defectuosa, pero no pensó que fuera necesario convocar a los usuarios para arreglarla de manera masiva.
Hasa ahora, claro está. Total, que el problema no afecta a los modelos producidos desde 2008, pero claro, aquellos que no se enteraron de la llamada a revisión, pues lo han continuado teniendo. Y desde entonces hasta ahora, cuando Toyota Motor Corporation inició el pasado lunes un pedido de devolución mundial para cambiar la pieza defectuosa de los Lexus.
Otra metedura de pata de Toyota, y ya van innumerables en los últimos meses.
Los datos hablan por si solos: la casa nipona ha realizado pedidos de devolución de 8,5 millones de vehículos en todo el mundo desde el pasado mes octubre. Casi nada. Con estas cifras ni la mejor campaña de marketing les podrá salvar de una debacle de ventas en los próximos tiempos.
El Congreso aprueba hoy la nueva ley de tráfico, por la que no se podrá sobrepasar los 20 km/h para adelantar, ni tener un detector de radares.
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