¿Edward Cullen podrá salvar a Volvo? [con vídeo]

La historia de Volvo dentro de la saga Crepúsculo se remonta a los libros, en los que Edward Cullen conducía un S60R, sin embargo, debido a que Volvo ya no producía ese modelo en el momento de la filmación de las películas, el protagonista en la primera entrega fue el cupé C30, mientras que el XC60 apareció en la dos siguientes.

Tras años de acuerdo, ¿qué está obteniendo Volvo de esto?.
Los acuerdos de fabricantes de coches y Hollywood han existido siempre, unos destacan mientras otros fracasan, tal vez el secreto sea el ‘momento’ en el que se producen estos convenios.

Un vivo ejemplo fue el remake de ‘The Italian Job’ en 2005 justo cuando BMW lanzaba al mercado la versión moderna del MINI Cooper, que se lució en la película sorteando a los enemigos por sótanos y demás lugares insólitos.
Esto representó un aumento de un 22% en las ventas de MINI al año siguiente.
Otro de los grandes éxitos recientes es la saga Transformers, con General Motors como protagonista y que vio como la expectación y ventas del Chevrolet Camaro subían como la espuma, algo que le valió superar en ventas mensuales a su eterno rival, el Ford Mustang.

El éxito que ha cosechado GM con Transformers se ha “retornado” con el deseo de marcas como Mercedes Benz, Ferrari y Jeep por ser parte de la tercera entrega que se estrenará en 2011.
Pero el caso de Volvo es un poco más complejo, a pesar de que GM atravesaba por una profunda crisis desde hace un par de años, supo re-encauzar el asunto y centrarse en la producción y promoción de nuevos modelos.
Sin embargo, Volvo, está pasando actualmente por un período confuso, con su venta al grupo chino Geely, desligándola por completa del que fue su dueño por más de 10 años, Ford Motor Company.
Los responsables de marketing de Volvo afirman que Twilight es una gran oportunidad para relanzar la marca.
Los datos que revelan es que el aumento en las ventas del C30 tras la primera película ha sido más notable que el incremento en las ventas del XC60 tras las dos siguientes, algo que puede ser más que esperado, estamos hablando de una película que tiene como principal público a niños(as)/adolescentes desde los 10 hasta los 20 años, con un segundo nicho desde los 20 hasta los 25, un público que tiene pocas probabilidades de comprar un Volvo, y menos aún un crossover como el XC60.
En algún punto se ironizaba con el hecho de que la audiencia de Twilight convencería a sus padres para que compraran un Volvo, pero está claro que es poco probable que eso suceda.
Desde Volvo afirman que han desarrollado una extensa red a través de las redes sociales con muchos seguidores de Volvo, además han aprovechado la publicidad para integrar ambas marcas y promocionar los vehículos del fabricante sueco, pero todo apunta a que eso no es suficiente para que volvo se recupere.
Recordemos que en 2009 las ventas internacionales de Volvo cayeron un 10,6% hasta las 334.
000 unidades, que representó unas pérdidas de 653 millones de dólares, algo que Edward Cullen no podrá revertir sin ayuda.
Es muy distinto a lo sucedido con Transformers y The Italian Job, el público que vio esas películas, mayormente hombres de unos 30 años que vieron la serie animada en los ‘80, tuvieron ante sus ojos coches modernos y que efectivamente les atraían, pero especialmente, que podían comprar, un Camaro o un MINI Cooper.
También se comenta que Volvo apostaría a futuro por el público que les ve, es decir, esperarán que los(as) adolescentes crezcan y tengan ingresos suficientes para que compren un Volvo, vaya argumento! Lo cierto es que la saga Crepúsculo ha vendido más de 25 millones de copias de sus libros y ha obtenido ingresos superiores a 70 millones de dólares sólo en la primera película.
Está claro que es un gran aliado para Volvo, pero el vampiro Cullen requiere un poco de ayuda.
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