Los fabricantes de automóviles hacen grandes esfuerzos para reducir el peso de los vehículos como una de las vías más claras para lograr atajar el consumo y las emisiones.
O, al menos, para lograr que el incremento de sistemas electrónicos y de confort no penalice en este apartado a los nuevos modelos.
Sin embargo, lo que no se puede tener en cuenta es la masa corporal de quienes se van a subir en ellos.
Aunque el país en el que el fenómeno de la obesidad resulta más paradigmático son los EEUU, en los últimos diez años en España se está registrando uno de los incrementos mundiales del peso medio de los habitantes, sobre todo en los niños.
Las patologías asociadas al exceso de volumen corporal tienen su correspondencia en un automóvil.
Una persona con unos kilos de más tenderá a sufrir heridas más graves tras un accidente y, desde luego, no se sentirá igual de cómoda en cualquier modelo.
En EEUU es donde este problema se está reconociendo cada vez más como una emergencia nacional, a pesar de que la oferta hostelera y la televisión parezcan apuntar en la otra dirección.
Allí, desde 2004, el número de personas que se reconocen como obesas se ha incrementado en un 1,1% desde 2004 y hay algunos estados con un 30% de su población en este estado.
Así, ya hay quien se ha puesto a calcular cuánta gasolina y CO2 cuestan todos esos ‘kilitos’ de mas.
Según un estudio de la revista Consumer Reports, los ciudadanos con sobrepeso tienden además a adquirir coches más grandes.
De hecho, hay webs especializadas en productos para estas personas en las que pueden encontrarse reportajes y listas con los coches más adecuados para ellos.
Cosa, por otro lado, sencilla en los EEUU dada su peculiar oferta automovilística.
La publicación menciona un estudio de 2006 realizado por Entrepeneur.
comEn este trabajo se atribuía un incremento anual de la gasolina consumida de casi cuatro millones de litros entre 1960 y 2002 por el mencionado motivo.
Cada 450 gramos ganados de peso medio representa 147.
000 litros más de gasolina quemada al año.
Otro estudio hablan del aumento del número de vehículos de gran tamaño, que ha aumentado en un 40% desde los 70.
El mismo trabajo indica que un aumento del 10% en la tasa de obesidad hace aumentar el consumo de gasolina en un 2,5%.
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