Sin duda se trata del sueño de todo amante de los coches, y de los clásicos en particular: llegar un día a la casa de los abuelos en el pueblo, levantar una lona y encontrarse debajo con todo un tesoro como éste.
Después de tres décadas de olvido debajo de una lona, aunque seguro sospechando ya lo que se escondía debajo, esto mismo le debió suceder a uno de los herederos de David Brown, quien fuera hace años propietario de Aston Martin.
Se trata de una unidad en bastante buen estado de conservación -gracias a que estaba subida a un remolque y no le afectó la humedad del suelo- de un Aston Martin DB2/4 MKII, uno de los primeros modelos de la marca y más raros de encontrar.
Así, en la Barons British Heritage, la subasta en la que se adjudicó al mejor postor el pasado día siete de septiembre, alcanzó un precio de 248.
000 euros.
Tened en cuenta que luego habrá que gastarse más del doble en la restauración.
La puja llegó a esas cifras porque el motor era totalmente recuperable, lo que aumenta mucho el valor.
Bueno, eso y que perteneció a la persona por culpa de la cual habría para siempre modelos en la historia del Aston Martin que llevaran como nombre sus iniciales: DB.
Esto último hizo que acudiesen al evento coleccionistas de todo el mundo y que la puja subiera rápidamente desde los 96.
000 euros de salida.
“Fue muy sorprendente ver cómo de rápido subían las ofertas y la cantidad de gente que acudió a la subasta únicamente como espectador a causa de este clásico.
El resultado final deja patente lo importante que es promocionar bien este tipo de subastas en todo el mundo, las ofertas venían de lugares tan distantes como Hong Kong, Austria, Polonia, Alemania o Suiza”, Laurence Sayers Gillan.
Director de subastas Baron.
Traducción libre.
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