Ésta es la historia de un guardia de seguridad que trabajaba en un concesionario de Dallas, Texas y que no pudo resistirse a la tentación de tener en frente un bólido de las dimensiones del Corvette ZR1.
El individuo en cuestión, de quien se desconoce la identidad, se puso al volante del ZR1 con 650cv de potencia por algo más de un minuto, grabando su hazaña con el teléfono móvil.
Os puedo asegurar que la idea de cometer un delito y grabarlo en vídeo no es la mejor que se nos podría ocurrir, pero peor idea es la de subir el vídeo a YouTube.
Al poco se arrepintió y borró el vídeo, pero para entonces ya era demasiado tarde, alguien lo había copiado y ya circulaba libremente por la red, delatando su rostro y el concesionario donde trabaja a través de la placa del Corvette.
Como consecuencia, el concesionario al que tomó prestado el deportivo de cien mil dólares denunció a su empleado y lo despidió inmediatamente.
Ahora el tipo deberá hacer frente a una demanda por parte del concesionario, que reclama una indemnización por mal uso y apropiación indebida de uno de sus vehículos.
Os recomiendo que no os perdáis el vídeo tras el salto.
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