El Chevrolet Cruze es un coche con un chasis que lo hace bastante agradable de conducir y, además, su motor de gasolina 1.
4L Ecotec ofrece una economía de uso (5,99 l/100 km) bastante considerable gracias, en buena medida, a su revolucionaria bomba de combustible.
La inyección electrónica logró hace años que las marcas se pusieran a investigar en el proceso de explosión y llenaran la cámara de combustión de sensores para lograrlo.
Así, tras años de investigación se ha llegado a saber que no sólo es contraproducente sobrecargar de combustible el proceso, sino que si la inyección se realiza eficientemente, la explosión idónea puede lograrse con una cantidad sorprendentemente baja de gasolina.
Por este motivo, poder controlar la cantidad exacta de combusitible que suministra la bomba es una manera tan buena como cualquier otra de regular lo que entra en la cámara.
La bomba que usa el Cruze tiene la particularidad de variar su cilindrada según la necesidad, por ejemplo cuando el motor todavía no está caliente o a velocidades muy elevadas.
El programa que la regula tiene como principal valor de referencia las vueltas de giro del motor y la bomba puede variar su volumen de su cámara gracias a unos pequeños pernos deslizables.
Las bombas convencionales tienen que volver a empujar el aceite sobrante hacia atrás.
“Reducir el volumen de carburante se disminuye la cantidad de energía o el par que el coche necesita para moverse.
Además así también se consigue ahorrar en lubricante.
Además, lograr un descenso en el requerimiento de energía es la manera más sencilla y fiable de conservar más años la transmisión del vehículo y su necesidad de mantenimiento”, Mike Karterberg.
Asistente del jefe de ingeniería del motor 1.
4 en GM.
Traducción libre.
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