El pasado mes de marzo, Subaru presentó las nuevas versiones sedán y hatchback del WRX STI.
Desde hace más de diez años, la versión más deportiva del Impreza -aunque la marca japonesa siempre ha querido desligar esta variante de este nombre- vuelve así a sus orígenes.
Esta caja viene además acompañada de mejoras estéticas tanto en el interior como en el exterior, así como mejoras en el rendimiento del coche que lo hacen todavía más deportivo.
El nuevo Impreza STI ofrece unas prestaciones impresionantes aderezadas con un comportamiento de auténtico deportivo.
En el corazón de tren rodante está el motor Boxer turbo, cuyo bajo centro de gravedad combina a la perfección con el sistema de tracción Symmetric I All-Wheel Drive (AWD), que ofrece un reparto de pesos óptimo.
Los cambios estéticos más llamativos hay que buscarlos en el exterior.
Hay las esquinas del paragolpes delantero, así como alrededor de los faros, se han instalado unos refuerzos de color negro.
El mismo color encontramos en la nueva parrilla, que acentúa la personalidad deportiva del vehículo.
Aunque lo más llamativo es el gigantesco difusor trasero que lleva la caja sedán.
Los ajustes mecánicos se han hecho en la suspensión que se ha rebajado en 5 mm para hacer más precisa la dirección.
En la parte delantera, los brazos de este sistema son de aluminio.
La gama del WRX STI está compuesta por la carrocería sedán y la hatchback.
Por el momento, la primera sólo podrá encontrarse en un acabado que incluye GPS, lunas tintadas y bluetooth.
El WRX STI hatchback tiene dos acabados: el Sport (45.
650 euros) y el Sport Plus (49.
700 euros).
El sedán será el más barato de los tres, ya que puede encontrarse por 42.
950 euros.
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