Finalmente, no ha podido ser, la producción del coche pequeño con el que Opel pretende plantar cara al Ford Ka no se realizará en la planta española de Figueruelas, sino en la fábrica alemana de Eisenach.
En la decisión ha pesado demasiado el fuerte apoyo prestado por el gobierno de Angela Merkel a Russelsheim en los meses más duros de la crisis y su compromiso político de que ninguna fábrica alemana de Opel eche el cierre.
Siendo francos, estoy seguro de que el Trixx –que seguramente cambie de nombre antes de su comercialización- se habría hecho más barato y mejor en Figueruelas, una planta que desde 1982 lleva montando los modelos más pequeños de Opel.
En cualquier caso, hay dos motivos para alegrarse: los 1.
600 puestos de trabajo que se aseguran en Eisenach y el premio de consolación otorgado a Figueruelas en forma de aumento de la producción del Corsa.
Con el Opel Junior, la marca quiere entrar en nuevos segmentos, su presidente John Reilly ha confirmado que este modelo estará a corde con las exigencias de quienes buscan un coche urbano, polivalente y de bajas emisiones.
Seguramente, la gama principal estará protagonizada por motores tricilíndricos, aunque también se ha confirmado que habrá una versión eléctrica.
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Vía Autonews
