Hasta ahora no tenía noticias de su existencia y voy y me entero de que en Opel no es que tengan un prototipo eléctrico del Meriva, sino que tienen más de tres.
Al menos, eso hace deducir el comunicado en el que anuncian que han entrado a formar parte del MeRegioMobil un consorcio de empresas alemanas que pretenden impulsar e investigar en el desarrollo de este tipo de vehículos y de los sistemas que llevan aparejados.
El objetivo de esta iniciativa, iniciada hace algún tiempo por el Ministerio de Economía y Tecnología de Alemania, es buscar la manera de aprovechar el coche eléctrico como dispositivo de almacenamiento de energía de cara a la gestión inteligente de la red.
Opel empleará las estaciones de recarga de la MeRegioMobil para testar diferentes protocolos y tecnologías de recarga a emplear en sus futuros modelos.
La versión eléctrica del Meriva tiene un dispositivo electrónico que le permite recargarse utilizando una toma de corriente convencional de 230 voltios, como la que hay en todas las casas, aunque también puede hacerlo en modo trifásico con voltajes de 400 V.
El vehículo equipa también un módulo que posibilita que se conecte a una red inteligente y recoja o vierta energía según sean las necesidades.
Opel Meriva EVAsí, Opel va a contribuir con las tres unidades del Meriva que además se utilizarán para ser conectadas en diferentes lugares al mismo tiempo para evaluar la incidencia que tienen los coches eléctricos en la red al estar recargándose en modo rápido.
Esto no es ninguna tontería porque si un vehículo se “chupa” la electricidad que suele cargar en 8 horas en 15 minutos, puede estar teniendo el mismo consumo momentáneo que un edificio pequeño.
Igual de interesante es ver cómo se comporta la red a la inversa.
La versión eléctrica del Meriva está equipada con un motor sincróno de 82 CV de potencia con un par de 215 Nm.
El paquete de baterías tiene una capacidad de 16 kWh, ofrece una autonomía de 64 km y alcanza una velocidad máxima de 130 km/.
Vamos, que han cogido el sistema de tracción del Opel Ampera.
Ahora pasarán el invierno en la miniciudad dispuesta por la universidad de Karlsruhe par las primeras experiencias.
“Junto con otras unidades que ha prestado GM y otros fabricantes, estos vehículos se van a utilizar en una experiencia práctica que medirá su utilidad diaria y la aceptación que generan entre los usuarios.
Con esta experiencia estamos realizando una importante contribución para que la Unión Europea pueda definir sus nuevos estándares en la infraestructura energética, la tecnología de ahorro energético y la comunicación de datos”, Rita Forst, vicepresidenta de ingeniería de Opel.
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