Mazda acaba de dotar de una nueva mecánica diésel a su vehículo más vendido en España, el Mazda3.
Este motor cumple con la normativa Euro 5 y además puede equiparse con una caja automática de seis relaciones.
Desarrolla 85 kW/115 CV de potencia máxima a 3600 rpm y ofrece un par máximo de 270 Nm en un amplio rango de uso (1750-2700 rpm).
El consumo medio se queda en tan sólo 4,4 l/100km y emite 117 gramos de CO2 por kilómetro.
Su nueva configuración con un sólo árbol de levas en culata (SOHC), dos válvulas de baja fricción y bloque de aluminio lo convierten en un bloque ligero y compacto.
El Mazda3 se segunda generación tiene uno de los coeficientes más bajos de su segmento (0,28 para el 4 puertas y 0,30 para el 5 puertas).
Para cumplir la normativa sobre emisiones de gases, esta nueva versión del motor diésel utiliza una relación de compresión más baja, que reduce la temperatura de la combustión.
Además, se ha introducido un refrigerador para mejorar el sistema de recirculación de los gases de escape (EGR), que ayuda a que el motor se caliente más rápidamente cuando se arranca en frío.
Ahora, el filtro de partículas diésel (DPF) no requiere ningún mantenimiento.
La adopción de una estructura monoárbol (SOHC) y dos válvulas, en lugar de la anterior disposición de doble árbol de levas (DOHC), ha permitido reducir los elementos de fricción de toda la distribución.
También ha aumentado la precisión del sistema de inyección.
Este bloque pesa 4 kg menos que su predecesor, gracias al menor número de piezas de la estructura SOHC de dos válvulas.
Como, además, la nueva transmisión manual de seis velocidades pesa 3 kg menos que la caja manual de cinco velocidades del modelo anterior, la cadena cinemática se aligera en total en unos 7 kg.
El nuevo turbocompresor de geometría variable (VGT) es más eficiente que el empleado en el motor de la generación anterior.
Las mejoras introducidas en el compresor y la turbina contribuyen a que desarrolle un par máximo de 270 Nm (30 Nm más que el anterior motor diésel 1.
6).
Entre las novedades del sistema de inyección de combustible common rail destacan los nuevos piezoinyectores.
El combustible se inyecta a 1600 bar.
Esta alta presión permite controlar la inyección de forma más precisa, lo que da como resultado unas emisiones más limpias, un par más alto y consumos más ajustados.
Con este motor, el Mazda3 consume tan sólo 4,4 litros de combustible a los 100 km (combinado) y emite 117 g/km de CO2 (combinado).
Por otro lado, el empleo de múltiples inyecciones piloto propicia una combustión más homogénea.
Gracias al nuevo catalizador de oxidación que eleva la temperatura de los gases de escape y produce una combustión más completa de estas partículas.
De este modo, el nuevo filtro DPF con recubrimiento puede trabajar sin necesidad de aditivos, por lo que no requiere ningún mantenimento.
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