El autobús de dos plantas es uno de los símbolos más reconocidos de Londres en todo el planeta, de hecho, desde que hace unos años comenzaran a desaparecer de la City, miles de usuarios y empresas turísticas han venido reclamando su regreso.
Además, su diseño ha demostrado ser un gran acierto ya que permitía a los usuarios subirse y bajarse en marcha, siempre y cuando la velocidad a la que circula el vehículo no vaya demasiado rápido.
Además, dentro de cada uno siempre había dos trabajadores, un conductor y un revisor, de manera que resultaba un medio muy efectivo de transporte urbano ya que casi nunca se veía obligado a parar.
El problema es que también generaban cierta cantidad de accidentes dentro de la cabina entre pasajeros despistados o de edad avanzada.
Ahora, una nueva versión diseñada por Thomas Heatherwick, mejora incluso el vehículo original.
Al igual que el famoso Routemaster de 1958, la parte posterior va destapada aunque puede cubrirse con un techo retráctil si llueve o hace demasiado frío.
El nuevo autobús dispone de tres puertas, además de la tradicional situada en la zona posterior, ahora habrá una delante y otra en un lado.
La del centro da acceso al interior de la cabina a sillas de ruedas y seguirá conservando los dos puestos de trabajo necesarios por vehículo.
Según he podido leer, habrá un prototipo listo para 2011 y, al año siguiente, ya estarán dispuestas las primera unidades de pruebas.
El objetivo del ayuntamiento de Londres –aunque ya hay otras ciudades interesadas en el proyecto, también fuera del Reino Unid- es conseguir mejorar la movilidad en el casco de la city, cosa que también están tratando de lograr fomentando el uso de la bicicleta.
Hemos tenido que adentrarnos en el siglo XXI para darnos cuenta de lo útiles que eran algunos de los inventos de nuestros abuelos.
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