Recientemente, he escuchado a Jorge Lorenzo asegurar en una entrevista que él nunca iba a coquetear con el mundo de la competición de los coches, como si ha hecho Valentino Rossi.
Aunque esto no quiere decir que todo un campeón del mundo de MotoGP no le apetezca de vez en cuando hacer alguna carrera sobre cuatro ruedas por simple diversión.
El balear participará en dos carreras de automovilismo a bordo de un Abarth 500 Asseto Corse, preparado por el equipo Difisa Racing de Sabadell.
Nada más finalizar el campeonato del mundo de motociclismo participará en la última carrera de la Copa de España de Resistencia (CER), que se celebra en Barcelona los próximos 12 y 13 de noviembre.
De hecho, el piloto de Yamaha ya ha estado entrenando en tres ocasiones en el circuito de Montmeló, con Abarth y el equipo de Difisa Racing y el copiloto con el que participará en esta Copa, el madrileño José Manuel de los Milagros.
Jorge Lorenzo tiene bastantes buenas manos, como podéis ver en el vídeo de abajo, lo que sucede es que para él, acostumbrado a llevar doscientos caballos justo diez centímetros por debajo de su ombligo, puede que los 190CV que rinde el Asseto Corse no le parezcan en absoluto ingobernables.
Después de su participación en la carrera de noviembre en Montmeló.
Posteriormente, competirá en los 500 kilómetros de Alcañiz, prueba con la que se cierra la temporada automovilística en España.
Esta carrera, en la que participará también con el soporte de Difisa Racing, tendrá lugar en el circuito Motorland Aragón el 11 de diciembre.
El Abarth 500 Asseto Corse que llevará tiene una potencia de 190 CV y todos los componentes necesarios para ser un verdadero coche de carreras, es adaptado directamente en los talleres de la marca en Mirafiori y se vende a los pilotos “listo para competir”.
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