Equipado en un prototipo de la nueva generación del Mercedes SLK, que quedaba completamente oculto debajo de los paneles metálicos opacos, los técnicos de Daimler estuvieron el pasado verano realizando las últimas pruebas del Magic Sky Control.
Este es el más que apropiado nombre que han decidido dar a la nueva tecnología de opacidad variable que incorporará el techo solar del popular roadster.
El alojamiento para el equipaje está plagado de cables, unidades de control, sensores y emisores porque, en las imágenes de esta sesión, los técnicos se encontraban en una de las pruebas cruciales, en el famoso Valle de la Muerte, entre los estados de Nevada y California.
Allí se alcanzan con facilidad los 50ºC.
Estos test se complementan con los realizados en invierno en el centro de pruebas del Círculo Polar Ártico, donde el techo Sky resistió temperaturas de -30ºC.
Magic Sky ControlMagic Sky ControlLa herramienta que están empleando para medir la efectividad de este sistema se denomina piranómetro y sirve para medir la intensidad de los rayos solares.
Las partículas fotocrómicas que componen las láminas del techo Sky deberán dejar pasar la cantidad justa de energía para pasar la prueba porque no se trata sólo de oscurecer el habitáculo, sino de crear una atmósfera más agradable en el interior cuando fuera las temperaturas sean muy altas y viceversa.
El problema es que, a pesar de que el techo se podrá regular por el usuario en apenas unos segundos, el sistema también debe reconocer si la atmósfera del vehículo es la idónea.
Para ello, la próxima generación del SLK tendrá una decena de sensores en el interior, unos dispositivos que han sido “educados” después de horas y horas de baños solares en el uno de los valles más inhóspitos de la Tierra.
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