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El nuevo termogenerador de GM

TEG son las siglas en inglés para llamar a los generadores que convierte en calor en energía eléctrica.
Hace algo así como un año, os conté que BMW tiene varios prototipos de estos aparatos y quizá comience a equiparlos en algunos sus vehículos dentro de pocos años.

Los TEG aprovechan las elevadas temperaturas de los gases de escape, que en el tramo inicial pueden llegar a superar los 800ºC para crear una corriente con la que recargar una batería de ión litio.
También por aquél entonces, GM se puso a trabajar en esta tecnología con la que aprovechar algo más de ese 65% de la energía que contiene la gasolina o el diésel y que se pierden.

Pues al parecer, gracias a la nanotecnología y al uso de las técnicas del láser, el grupo norteamericano está realizando grandes avances.
Concretamente es en la Universidad de Purdue/Mark Simons donde se está llevando a cabo la investigación.
Con un láser de alta velocidad, los científicos están desarrollando un generador que le quite algo de carga de trabajo al motor gracias a la diferencia de temperatura entre el exterior y el primer tramo del sistema de escape.
Este tipo de dispositivos resultarían eficaces preferentemente cuando haya mucho flujo de estos gases, es decir, cuando el vehículo circula a partir de cierta velocidad.
En enero, el equipo instalará el primer prototipo de TEG.
Lo colocarán justo detrás del conversor catalítico, donde la temperatura de los gases es más elevada, casi 1.
000ºC.
Dentro del conversor hay muchos trozos de metal del tamaño de un naipe.
El material del que están compuestos es capaz de no reaccionar ante un gradiente de temperatura manteniendo fría la cara que da al lado menos caldeado y caliente la parte que da al calor.
Si la diferencia de temperatura se mantiene, comienzan a generar una corriente al cabo de un rato.
Ahora, uno de los objetivos del grupo de estudio es encontrar un metal que pueda conducir el calor apropiadamente, para que no se transmita de una pieza de metal a otra.
En estos momentos, están probando un nuevo mineral formado por una aleación de cobalto, arsénico, níquel y hierro.
Existen minerales que resultan interesantes para estos fines, pero son tan difíciles de encontrar que han tenido que desecharlos.
Esta investigación se lleva a cabo con una financiación parcial del Departamento de Energía de EEUU.
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