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Comienza la producción del Mobicar, el primer eléctrico Portugués

El segmento de los coches eléctricos sigue creciendo, se han visto iniciativas europeas muy interesantes como el Th!nk City noruego, el Smart ED de Daimler, y los grandes proyectos de MINI, Renault y Volkswagen.
Ahora Portugal se suma a esta -sana- batalla y producirá el Mobicar, un city car de propulsión eléctrica, del que se construirán las primeras 350 unidades en una planta de Isuzu en la región de Alentejo, centro-sur de Portugal.

El Mobicar ha sido desarrollado por el Centro para a Excelencia e Inovação na Industrial Automóvel (CEIIA) en colaboración con el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG).
El primer lote estará compuesto por 350 unidades que serán destinadas a pruebas de rendimiento, resistencia y autonomía, para luego pasar a producir el lote que se comercializará a partir del 2012, de unas 6.

250 unidades.
El Mobicar estará propulsado por 12 baterías de 12V y 100Ah conectadas en serie, puede alcanzar una velocidad máxima de 100km/h y se reporta que tendrá una autonomía de entre 100 y 120 kilómetros con una sola carga.
Su peso máximo es de 400 kilos y podrá utilizarse como turismo, para el transporte de hasta 4 personas, como vehículo de carga o mixto, versatilidad ideal para que preste servicios de correos, supervisión, etc.
De todos es sabido que el elemento más importante para el buen funcionamiento de estas iniciativas son los puntos de recarga, ante esto, el gobierno portugués ya adelanta labores en esta área y, de hecho, esperan tener instalados 1.
300 puntos de recarga a finales de 2011, cuando ya empiecen a salir las primeras unidades de la fábrica.
Un aspecto importante y relacionado con este proyecto es que Renault-Nissan ha comenzado la construcción de una planta de baterías en Aveiro con una inversión de 250 millones de euros, se presume que las baterías para el eléctrico portugués serán suministradas por el consorcio franco-japonés.
Gran iniciativa, lástima que en España este tema aún esté tan crudo, principalmente por la poca coordinación entre compradores, fabricantes, ayuntamientos y demás.
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