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La confrontación entre Rovira y Junqueras está agotando a ERC en medio de su Diada más desafiante

ERC reanuda su agenda política desde donde la dejó después del acuerdo de investidura de Salvador Illa. La polémica de los carteles sobre Alzheimer vuelve a surgir en medio de un conflicto interno, con los hermanos Pasqual y Ernest Maragall en el centro de atención.

Hasta ahora, se han confirmado cuatro candidaturas para asumir el liderazgo del partido después del congreso del 30 de noviembre. Todo esto ocurre justo antes de la Diada donde Esquerra retorna a la protesta independentista convocada por la ANC, conscientes de que serán el blanco de las críticas independentistas por su alianza con los socialistas.

«Esta campaña es tan hostil que si la condenamos públicamente, podríamos obtener algunos votos de simpatía,» fue la respuesta de Marta Rovira, secretaria general de ERC, al aparecer carteles que asociaban a Ernest Maragall, el candidato de ERC para la Alcaldía de Barcelona, con la enfermedad de Alzheimer que sufre su hermano.

La conversación anterior proviene de un grupo interno de Whatsapp que incluía a la vocera del partido, Marta Vilalta, y al entonces director general de Comunicación del Govern, Carles Foguet. Esta conversación fue filtrada a varios medios de comunicación catalanes, con Catalunya Ràdio liderando. Esto ha enfurecido a la actual dirección de ERC, que no ha vacilado en señalar a la campaña de Oriol Junqueras como la culpable de dicha filtración.

Rovira apunta a Junqueras.

Horas después de las acusaciones, Rovira emitió un comunicado crítico en las redes sociales, donde culpó al grupo que respalda a Oriol Junqueras por las «filtraciones premeditadas» de «las últimas semanas» intentando «imponer una malinterpretación de la realidad».

La secretaria general de ERC, señaló que «podría tomar acciones legales» y criticó a aquellos que filtraron la información por intentar trasladarle la culpa de los carteles. Además, denunció que «los malditos carteles» se habían convertido en «una campaña de refracción», un término que ahora usa la dirección de Esquerra para referirse a la guerra sucia, «de un candidato que afirma que no tenía nada que ver» y «apunta a otros culpables dentro de la dirección del partido».

Rovira recordó que «la Presidencia y la Secretaría General» de ERC «siempre han colaborado estrechamente» y añadió que «las decisiones se toman por consenso» y «siempre he rendido cuentas, al menos una vez a la semana, con la Presidencia». En otras palabras, Junqueras, quien se ha distanciado de la crisis de los carteles, mientras su entorno apunta a la marginación a la que fue condenado por la ejecutiva dirigida por Rovira después de salir de prisión.

Anteriormente, la portavoz del partido, Marta Vilalta, habló después de la reunión de la ejecutiva republicana lamentando la filtración de «mensajes privados». «Todo lo que se ha desvelado son mensajes en grupos de charlas privadas entre colegas de trabajo», sostenía Vilalta, confirmando la existencia de esas conversaciones, algo que Rovira cuestionaba más tarde. La portavoz lo sabía bien, ya que formaba parte del mismo grupo y también se menciona en la captura de pantalla filtrada a la prensa.

«Uno no debería recurrir a ello durante un proceso congresual», comentó Vilalta. La dirección actual está convencida de las intenciones del sector de Junqueras: atribuir la batalla interna al grupo rovirista para librarse de la culpa a aquellos que presidían el partido en ese momento y desvirtuar la candidatura apoyada por la actual junta directiva.

Cuatro nominaciones

La directiva expresa su pesar por el «perjuicio» causado al partido al airear estos diálogos. Sin embargo, este conflicto evidente entre los líderes del partido en los últimos diez años ha fomentado la propuesta de más candidaturas para la presidencia de ERC. Este martes, se confirmará la del Colectivo 1 de Octubre, el sector disidente que en los últimos cinco años ha criticado los acuerdos con el PSOE y la «perdida» de la demanda independentista en el discurso republicano.

El colectivo fue el único movimiento crítico organizado que defendió el ‘no’ a la investidura de Salvador Illa en la consulta interna de julio pasado. Aunque la oposición a pactar con el PSC también tuvo representantes destacados, como el exviceportavoz del Parlament, Jordi Orobig, y el exconsejero de exteriores y candidato a alcalde de Barcelona, Alfred Bosch. Ambos encabezan la cuarta candidatura, que se lanzó el pasado viernes con el lema «Foc Nou» (fuego nuevo).

Estas dos candidaturas se unen a Nova Esquerra Nacional, impulsada desde el grupo de Rovira y liderada por Teresa Jordà, representante de ERC en el Congreso, y Militància Decidim, de Oriol Junqueras, que presentará formalmente su proyecto el 21 de septiembre próximo.

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