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¿Ave, rapaz? Simplemente Escrivá

La decisión de desviarse de las prácticas convencionales en la designación del gobernador del Banco de España plantea la cuestión de si vale la pena apostar por un enfoque diferente de la política económica. La transición directa de José Luis Escrivá desde el Ministerio de Transición Digital para ocupar el cargo que hasta ahora tenía Pablo Hernández de Cos en el Banco de España ha ensombrecido el debate esencial de lo que implica este cambio.

Esta decisión, aunque respeta la legalidad, no favorece la imagen de un gobierno ya en aprietos, como es el de Pedro Sánchez, especialmente cuando fortalece las instituciones autónomas con personas de su círculo cercano. Sin embargo, los que ven a Escrivá como un simple peón del presidente pueden estar errando en su juicio.

Porque, entre otros aspectos, Escrivá se destaca por su firmeza e independencia de grupos y clanes. Un indicativo de esto podría ser el papel principal del gobernador del Banco de España, la política monetaria, que, desde la creación del euro, recae en un contexto más amplio en el sistema europeo de bancos centrales y el Banco Central Europeo (BCE). En otras palabras, en la fijación de las tasas de interés. Es un hecho reconocido que la mayoría de los gobiernos del sur de Europa prefieren a ‘palomas’, aquellos que favorecen bajas tasas de interés, lo cual disminuye el costo de las deudas públicas y privadas y favorece el crecimiento. Estos se oponen a los ‘halcones’, que provienen de los países del centro y norte de Europa, defensores de las tasas de interés destinadas a moderar el crecimiento y el entusiasmo en favor de un ajuste fiscal constante del gasto público. Estos ‘halcones’ tienen una clara mayoría en el consejo del BCE, con un marcador de 17 a 9, según algunas clasificaciones.

En su anterior papel como gobernador, Hernández de Cos mostró una gradual moderación, dando paso a las influencias de la resistente inflación. Luis de Gundos, como vicepresidente del BCE, se ha mostrado aún más conservador. Entonces, ¿qué se puede esperar de Escrivá? Según su evaluación de las condiciones económicas tanto en España como en Europa, compartida con varios observadores, lo más probable es que se decante por un enfoque de precaución en lo que respecta a la reducción de las tasas de interés, lo que podría no concordar con la postura de sus actuales colegas ministeriales. En relación a las pensiones, Escrivá ha defendido una aproximación a la demografía contraria a la del INE, la cual, hasta ahora, ha demostrado ser acertada. Es conocido que el nuevo gobernador es independiente y no se vincula con ningún grupo. Durante la pandemia, realizó su propio análisis de la crisis económica, argumentando que la crisis no sería severa y apostando por una pronta recuperación. Aunque esto causó diferencias con la vicepresidenta y ministra de Economía de aquel momento, Nadia Calviño, Escrivá se unió a Hernández de Cos, solicitando medidas audaces, lo que finalmente logró convencer al presidente Sánchez. A pesar de sus diferencias, tanto Calviño como Escrivá muestran un cierto grado de escepticismo o separación respecto al sistema bancario y financiero, la primera por desconocimiento y el segundo debido a su conocimiento y experiencia personal en el sector. Quizás ha llegado el momento de un regulador que no tenga una relación de dependencia con aquellos a quienes regula, una crítica común a los líderes de los bancos centrales alrededor del mundo.

Como Ministro de Seguridad Social, Escrivá se destacó por llevar a cabo una reforma importante en el sistema de pensiones durante su primer mandato, crucial para mantener la armonía social en España. La reforma logró balancear el mandato del Pacto de Toledo, que exigía ajustar las pensiones de acuerdo al coste de vida, y las demandas de sostenibilidad de la Comisión Europea. Se presentó un desafío cuando se propuso un borrador para aumentar la edad de jubilación, lo cual podría haber desestabilizado al gobierno.

En su trabajo, Escrivá se apoyó en una herramienta que había empezado a usar cuando presidía la Airef, la entidad que supervisa la sostenibilidad de las finanzas públicas. Argumentaba que las proyecciones del INE sobre la demografía española no consideraban adecuadamente el impacto de la inmigración en el futuro, elemento que sería crucial para asegurar la viabilidad del sistema de pensiones. Actualmente, en este debate, su postura está prevaleciendo.

Eventualmente, su propuesta de reforma se aprobó y se presentó a Europa, aunque se encontró con la oposición de Hernández de Cos, quien mostró una fuerte crítica. Todo culminó en un debate tenso en el cual Escrivá no se abstuvo de expresar sus críticas, a veces de manera bastante directa. Esta actitud ha sido usada en contra suya, argumentando que no es apto para su nombramiento. La resolución de este conflicto interno será una de sus prioritarias tareas al asumir su nuevo cargo.

No es la primera vez que Escrivá se enfrenta a otro organismo público. En 2015, siendo presidente de la Airef, demandó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, del gobierno del PP que lo había nombrado, por negarle acceso a la información necesaria. Ganó el caso.

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