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Este bar en A Coruña ofrece una gastronomía casera, compuesta principalmente de bocadillos de centollo y buey mezclado con setas. Aquí se disfruta de la auténtica cocina de cuchara, donde el pan juega un papel esencial

En el bar La Esquina de Valentina, ubicado en la calle Galera de A Coruña, a solo 500 metros de la playa del Orzán, Nacho Moreira está reinventando los bocadillos. Sus propuestas gastronómicas, que podrían ser de las más innovadoras de España, combinan ingredientes del Atlántico y la tradicional cocina de cuchara en un brioche.

Imaginen hincarle el diente a un bocadillo relleno con un centollo, pero sin la dureza de su concha. Este delicioso manjar es uno de los más populares del menú, que, por solo ocho euros, ofrece una pequeña mariscada de dos piezas.

Si eres un aventurero del gusto, aquí encontrarás más opciones exquisitas. Prueba el bocadillo de caballa, cocido y envuelto en algas, que evoca los sabores salados del mar (9,50 euros). También te puedes decantar por el bocadillo de caldereta de raya (9,50 euros), con un guiso de pimentón y laurel perfecto para mojar el pan. En su menú también destaca una inusual empanada (6 euros), una peculiaridad gastronómica que consiste en una masa sin fermentar, delgada y horneada, que sirve de base para combinar sabores marinos con zamburiñas en rodajas y un sofrito.

Nacho Moreira, quien aprendió de su abuelo de A Pobra do Caramiñal la tradición de hacer bocadillos con pescados modestos, prepara sus platos mientras corta vegetales frescos y cocina calamares «a su manera». Así, mantiene viva la cocina de cuchara, pero la encierra entre dos rebanadas de pan.

Nacho Moreira Silva comenzó su viaje de independencia laboral hace cuatro años, con una iniciativa tanto personal como única, que ha recibido mucho apoyo y felicidad a lo largo del tiempo a pesar de las dificultades iniciales causadas por la pandemia. Aunque tenía solo 25 años en ese momento, no comenzaba desde cero.

Se había forjado desde muy joven en la cocina de varios restaurantes en Madrid, Menorca y Londres, aprendiendo de chefs galardonados con estrellas Michelin como Dabiz Muñoz en StreetXO, Dani García en Smoked Room y Javier Estévez. Su primer acercamiento a la cocina fue como espectador. Aunque era ayudante de comedor en un reconocido restaurante en Londres, se dio cuenta de que su verdadera pasión se encontraba detrás de las escenas, en la cocina. A pesar de no contar con formación previa, persistió hasta que logró integrarse en el equipo de cocina y desde entonces no se quitó el mandil.

Escogió un modesto local en el área peatonal de A Coruña, donde el tapeo es una tradición destacada durante los siete días de la semana, durante todo el año. La Esquina de Valentina se encuentra en la intersección de las calles Galera y Torreiro, una localización moderna y de paso frecuente. Esta zona tiene una fuerte competencia con el famoso La Bombilla, un establecimiento con una larga historia en la ciudad, conocido por su rapidez de servicio y precios asequibles. Este lugar es famoso porque desde 1966, una croqueta XXL es suficiente para satisfacer el hambre de los clientes y las servilletas se entregan en latas de Colacao.

El establecimiento, aunque situado estratégicamente en el centro, es pequeño y cuenta con tres mesas, una barra y una cocina de concepto abierto donde Nacho dirige a Pablo, Lidia y Jesús. De alguna manera, esta limitación de espacio inspiró la idea de convertirlo en una neobocatería, un lugar donde se rediseñan viejas recetas para ajustarse a la cocina contemporánea. Según se señala en el menú, los 12 platos disponibles (con un rango de precios entre seis y diez euros) se comen con las manos y los vinos se exhiben en la barra. Así mismo, hay postres y opciones fuera del menú que el personal explica a los clientes. Su estrategia de negocio es claramente definida en sus redes sociales y cuenta con una base constante de clientes de todas las edades, desde los dos hasta los 80 años.

Aunque este lugar parece más amigable para los vegetarianos, los amantes de la carne también tienen opciones. Por ejemplo, hay bocadillos de albóndigas de ternera con setas que costarán 10 euros, o un brioche de chuletón por un poco más de 9 euros. Para los veganos, hay un bao de curry, una hamburguesa de alcachofas de 9,50 euros, y deliciosas croquetas de jamón sin jamón. Todo se prepara de manera fresca y ante la vista de los clientes, aunque la mejor experiencia se tiene sentado en uno de los puestos de la terraza.

El misterio detrás del nombre «Valentina» del lugar solo puede ser revelado por Nacho, para quien es necesario sentarse y conversar. No se aceptan reservaciones así que es necesario llegar y encontrar un asiento. Recuerden, en este lugar la cerveza se disfruta más que el vino.

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